Deseosos de explorar a más profundidad las tierras Santandereñas nos aventuramos a visitar las Cascadas de Juan Curí.
Complejo con hermosas caídas de agua que bajan desde un peñasco que crean pozas en un paisaje de bosque tropical semi seco que encantan los sentidos.
Este lugar se encuentra en un predio privado por lo que el acceso está controlado y a su vez permite que haya más servicios para disfrutar de este lugar.
Un lugar que sin duda da para estar todo el día ya que bajando directamente sobre la vertiente del río te vas deleitando con diferentes vistas de las cascadas complementandose con elementos que enriquecen la vista.
Al llegar a las inmediaciones de la primer cascada hay que cruzar el río que suavemente se desliza por la piedra que en algunas partes se vuelve resbalosa por el musgo que almacena.
Pasando este punto y subiendo un poco llegamos a la base de la segunda caída de agua más grande del complejo. Ahí nadamos en una agua tan fría que la leyenda cuenta que rejuveneces 5 años.
Después de una caminata por una vereda más empinada se puede llegar a la primera caída donde se completan los 100 mts. De altura total.
A esa parte llegas sí vas a realizar torrentismo, una de las actividades más intrépidas en la zona ya que bajas la cascada en Rappel, actividad que eleva tu adrenalina a 90 grados.
Al final del recorrido pudimos disfrutar de un exquisito Cabro con Pepitoria, platillo típico Santandereño.
Cascadas que embelezan tus sentidos.